27 de abril de 2012

And Justice For All

En varias de las entradas de este blog acompaño al final al texto con una canción que me ha inspirado en el momento de la escritura o que refleja lo que quería expresar. Esta vez, además de que me salgo de lo puramente literario, creo que es necesario colocar la canción al principio ya que la letra es digna de leer (y de escuchar si te gusta Metallica, por supuesto) y sirve de introducción al tema. Dicho esto, allá va. Perdonad el tocho, pero es que a uno a veces le hierve la sangre:



Soy un estudiante de Administración y Dirección de Empresas, y me metí en esta carrera (tras mucho investigar antes de decidirme, me di cuenta de que se aprendía más “economía” aquí que en la carrera de Economía propiamente dicha) para intentar comprender qué es y cómo funciona todo eso de la economía, que me fascina. Y es que todo acaba pasando por la economía: controla el mundo y cada movimiento que hacemos, decide el destino de los millones de habitantes de este planeta día a día. Y eso es bueno, debe existir la economía, es la base para toda sociedad organizada.

Pero hoy en día la economía se encuentra alienada respecto a su función principal. Según la RAE, la economía es la “ciencia que estudia los métodos más eficaces para satisfacer las necesidades humanas materiales, mediante el empleo de bienes escasos”. Pero la realidad es muy distinta. Recalco eso en negrita porque esta economía NO es eficaz. Bueno, quizás unos pocos te dirían lo contrario: para ellos sí lo es.

Una de las primeras cosas que me enseñaron en algunas asignaturas de mi carrera fue algo que me impactó bastante: “para una empresa, dejar de ganar se considera pérdida”. Por eso podemos ver como Telefónica redujo en un 20% su plantilla en 2011 habiendo obtenido en el ejercicio anterior 10.167 millones de euros como beneficio. Una persona de a pie se escandalizaría (yo mismo lo hago), pero en la jerga económica, ellos ganaron menos que en 2009, así que ven justificados los despidos. Y lo pueden hacer sin miedo a represalias: están por encima de nosotros en la pirámide de la soberanía mundial.

Pero estas empresas están atadas al siguiente escalón de esa pirámide. ¿Quién le da dinero a esas empresas para pagar, entre otras cosas, las cientos de indemnizaciones por despido que tanto parece que necesitan? Los bancos. Esos queridos amigos nuestros (nótese la ironía) que nos guardan el dinero y lo reinvierten. Quién sabe dónde puede acabar; quizás, en forma de préstamo a una empresa, en la construcción de una fábrica en China donde exploten a los trabajadores. Y todo sin mi permiso, oye. Y sin poder hacer nada para evitarlo que no sea guardar mi dinero debajo del colchón. Pero ellos ya han inventado su sistema para que si no metes el dinero en sus arcas acabe perdiendo valor. Perfecto, está todo controlado, ¿no?

Aún no. Queda un último eslabón (no me quiero meter en las teorías conspiratorias de los Illuminati que controlan el mundo en la sombra ni cosas de esas): las desconcertantes agencias de calificación, e incluso aún más arriba, el FMI y el Banco Mundial (de los que no me pondré a hablar porque se me quedaría corto el blog, pero he de decir que están controlados por los mismos bancos estadounidenses, es decir, los que inyectan dinero a las entidades financieras son los mismos que las controlan, e incluso me atrevo a decir que la crisis económica la han incentivado ellos para lograr un mayor control sobre las empresas y la población).

Y aquí quería yo llegar: ¿agencias de calificación de riesgos? ¿Empresas que declaran que un país va mal y PRECISAMENTE por eso ese país acaba yendo mal? ¿Empresas que con abrir la boca hunden economías enteras? Ni los reyes medievales tenían tanto poder. ¿Quiénes están detrás de todo ese entramado? Gente sin escrúpulos, sin una pizca de humanidad, que se hacen más y más ricos a costa de la miseria de países y de seres que, aunque cueste creerlo, somos de la misma especie que ellos. Ya no existen naciones, no existe la izquierda y la derecha, ni siquiera existe la democracia como tal; tan sólo existen Standard & Poor's, Moody’s, Dow Jones, y deuda, mucha deuda. Ellos son los verdaderos líderes del mundo, y se hacen llamar mercados.

Y nadie se levanta contra ellos, cuando deberían de ser juzgados y encerrados de por vida para que no vuelvan a ver la luz. Pero lo tienen atado y bien atado: todo está pensado para apaciguar a las masas. Los medios de comunicación, comprados en su gran mayoría, nos muestran que sus decisiones, aunque nefastas, son normales y llenas de toda lógica financiera (sí, de esa que no entiende nadie), y así tranquilizan a un amplio sector de la población que se ha dejado lavar el cerebro por culpa de la televisión y demás medios.

Este es el mundo en el que vivimos. Se ríen de nosotros continuamente. A cada momento que nos ven haciendo malabares para llegar a fin de mes, a cada día que creemos en nuestra libertad, a cada instante que votamos en las urnas. Porque sí, los políticos no son más que marionetas que están ahí para hacernos creer que tenemos el poder. Porque si Rajoy obedece a Merkel o a Obama, es porque éstos obedecen nada menos que al poder financiero mundial del que ya he hablado antes. Son los portavoces, quieran o no, de esa potestad oculta. Tan sólo hacen lo que les mandan, si no quieren que su país se vea con poca confianza desde el ojo de los inversores. O para no perder sus privilegios en forma de dinero y lujos, que tampoco son pobres víctimas del sistema sin más.

Pero aquí llega la otra cara de la moneda. Y es que si alguno pensaba que no había nada que hacer, que las manifestaciones al final no servían de nada, que nada podía ya cambiar, y caía en la resignación, apareció de pronto (y con poca repercusión en los medios, por cierto) el ejemplo de Islandia. En esa pequeña isla se levantaron contra el gobierno y contra los bancos, y ahora en el banquillo de los acusados está el ex primer ministro islandés así como los directivos del principal banco del país, que tuvo que ser rescatado. Además, se han negado a pagar sus deudas con Europa y se va a redactar una nueva Constitución. Esto es lo que hace falta a nivel mundial. Se acabó el ser esclavos de una economía que debería estar construida para beneficiarnos a todos. La deuda ha sido la herramienta de los poderosos para someternos a todos, son las cadenas del pueblo. Muchas veces he tenido la opinión de que aquí o hay una verdadera revolución a la antigua usanza o no arreglaremos nada, pero aún creo que hay formas de lograrlo pacíficamente, hay que seguir el camino de los islandeses; si ellos lo han logrado, ¿por qué no nosotros?

El ex ministro de Islandia está siendo juzgado por negligencia durante su mandato. Esto quiere decir que aunque los políticos no tengan total poder de decisión, sí pueden sublevarse contra lo que les presiona, y por lo tanto deberían ser vetados en caso de no hacerlo, ya que para algo les elegimos. No nos engañemos: existen políticos honrados, pero aún no han llegado al poder. El que llegue hasta arriba y logre permanecer fiel a sus ideales sin dejarse extorsionar, se ganará mi respeto. Pero de esos, pocos hay.

Y con esto llego a la parte final de mi reflexión: voy a darle un pequeño voto de confianza al PP y voy a pensar que antes de conseguir el poder de verdad creían en su programa electoral, que pensaban ponerlo en práctica. Pero han llegado, y lo que han visto no ha sido la “herencia de Zapatero” con la que tanto se justifican. No; han visto cómo, de la misma forma que al PSOE, les imponen desde arriba unas medidas totalmente injustas con la población, y no han sido capaces de decir que NO.

¿Cómo es posible que un Gobierno que garantizó en reiteradas ocasiones que no subiría el IVA, que no haría políticas en contra de los pensionistas o que no tocaría ni educación ni sanidad haya incumplido todas y cada una de sus promesas en menos de 6 meses y siga en el poder? ¿Por qué no veo a toda la cúpula del PP (y del PSOE en su momento, ojo) en el banquillo como está sucediendo en Islandia? ¿Qué democracia es esta en la que se ríen de nosotros, nos mienten, nos reducen a la miseria, y encima SIGUEN AHÍ ARRIBA? ¡A moverse, joder! Plantémonos en frente del Congreso de los Diputados durante días y noches, hagamos huelgas no de un día, sino indefinidas: ¡aquí no trabaja nadie hasta que paguen los culpables de todo esto! Se hacen cajas de resistencia como antes y a ir tirando. Pero en este país eso es imposible: las manifestaciones serían paliadas por una policía a la que necesitamos a nuestro lado, ya que estoy seguro de que muchos piensan como nosotros; y el seguimiento de la huelga disminuiría al tercer o cuarto día hasta desaparecer. Que no me puedo perder el Sálvame, no me jodas, y además este domingo juega el Madrid.

Sin embargo, tengo esperanza en que todo esto cambie. El 15-M el año pasado me ilusionó, y aunque acabó diluyéndose por decisiones poco acertadas, confío en que las generaciones que venimos sepamos cómo actuar para acabar con todo esto. Hace falta una nueva revolución, a nivel mundial, al estilo de la Revolución Francesa, y quien niegue esto o está ciego y no ve lo que se nos viene encima o ha decidido vivir en un estoicismo que no le llevará a nada.

Para terminar, decir que muchos de los que defienden este sistema económico dicen que nos quejamos porque no lo entendemos. Pues por eso estoy estudiando lo que estoy estudiando. Espero entenderlo algún día. Pero me da la impresión de que no van a convencerme de que tal como está esto es bueno para la sociedad. Cabezota que es uno, oye.

Como conclusión, termino con una gran frase de la canción Peace Sells de Megadeth: “If there's a new way, I'll be the first in line, but it better work this time”.


PD: Si después de todo este tocho habéis llegado al final, aparte de agradecéroslo, os dejo un vídeo que me gustó bastante porque explica muy bien quién tiene el poder del mundo en estos momentos y cómo actúa para lograrlo:

21 de abril de 2012

Preguntas

¿Hacia dónde? ¿Hasta cuándo? O quizás, ¿hasta cuánto? No existen respuestas para todo. Pero sí para todos.

Que tu vida no sea una réplica continua del momento anterior. Deja que tu alma se vacíe y se renueve, al ritmo de tu respiración. Deja que los vientos cambien de dirección, pero no permitas que lo hagan en otra que no sea la de tu camino a recorrer.

¿Cómo? ¿Por qué? ¿Por quién? Quizás lo que falten son preguntas, no respuestas.


12 de abril de 2012

Cielo Cubierto

No llores más; déjalo, ¿vale? Desahoga tu alma de otro modo. Puedes elegir. ¿Por qué sigue el cielo cubierto? Si no cesa la lluvia, nunca amanecerá de verdad. Con lo bonito que es ver salir el Sol, ¡no me digas que no te gusta!

Pero comprendo lo que te ocurre. La noche acaba de empezar, y tú ya no puedes soportarla más. Sin embargo, debes esperar pacientemente: tarde o temprano el Sol se alzará en el horizonte. Quizás sea en poco tiempo, ¡todo depende de ti!

Vale, tienes razón. No sólo depende de ti: si la estrella no quiere salir, no lo hará. No puedes decidir por ella, pero sí atraer su atención. Esas nubes le impiden percatarse de tu presencia; vamos, ¡apártalas de su camino!

Deshazte de esa frustración, de esa penuria que se arraiga en tu corazón, y clama a los cielos con todas tus fuerzas. Eso es, ¡así se hace! ¡Las nubes se están yendo! Pronto la cegadora luz del astro rey bañará la tierra, y tu alma quedará en paz.

No te sorprendas de lo que has logrado hacer, al fin y al cabo es tu sueño y tu propio escenario. Tú moldeas tu mundo a tu antojo. Ahora despierta, y hazlo realidad.


11 de abril de 2012

Felicidad

“La vida es aquello que pasa mientras buscamos la felicidad”. Sí, eso pienso yo. Pero, ¿qué es la felicidad? Difícil de precisar, ¿eh? Quizás no es el momento de buscar definiciones, dejémosles esa tarea a los ancianos. Nosotros somos jóvenes; ya sabes, lo de siempre: carpe diem, tempus fugit… tienen parte de razón. Nos preocupamos tanto por llegar a ser felices que olvidamos por el camino a la propia felicidad.

No digo que los malos momentos debamos disfrutarlos. El problema es que todavía no vemos la vida con perspectiva. Demasiado jóvenes, como digo. Cosas que ahora nos parecen vitales, situaciones que nos hunden en la desesperación, serán nimiedades dentro de unos años. Vendrán tiempos peores. Es un poco desalentador, ¿no? Bueno, ten por seguro que tras ellos llegarán tiempos mucho mejores. Y así es como la balanza jamás se nivela: para que haya felicidad debe haber habido antes tristeza.

Recuerda: nunca mires atrás, ni para coger impulso. Tan sólo cuando todo tu camino esté andado, podrás girarte y hacer recuento. Y cuando en tu balanza pesen más los buenos momentos que los malos, sabrás que has encontrado la felicidad.


Ahora, Víctor, aplícate el cuento de lo que escribes.

1 de abril de 2012

Deep Hole

La oscuridad lo envolvía todo. Su existencia se dilataba en el tiempo, cada segundo caía sobre él como una molesta gota de agua repiqueteando en su cabeza. Esa frustrante sensación de recordarlo todo excepto cómo había llegado hasta allí. Soledad. Miedo. Una confusión que nunca antes había sentido. Estaba en un agujero, en principio, sin salida. De pronto un destello le hizo reaccionar. Alzó la cabeza y descubrió un resquicio de luz muy arriba, a una altura inalcanzable, que apenas lograba iluminar lo más hondo del pozo.

Una salida. Una esperanza. Aferrándose a eso, logró moverse y analizar el lugar palpando las paredes: era una superficie totalmente lisa, pero advirtió la presencia de unos peldaños de metal: había una escalera. Con ánimos renovados, se incorporó y comenzó a ascender. Sin embargo, cuando veía la luz más cerca que nunca, cuando su objetivo estaba a unos pocos escalones, sus brazos le flaquearon y cayó de nuevo al vacío.

Cuando volvió a despertar, la luz parecía estar aún más lejana que antes. De una forma que no podía explicar, había caído más hondo. No obstante, no desistió en su empeño. Si había una salida, él podía y debía alcanzarla. Pero todos sus intentos fueron en vano. No tenía fuerzas suficientes para salir de allí. Y cada vez la luz estaba más lejos, pronto sería una diminuta estrella en esa noche claustrofóbica.

No podía distinguir si ese pozo era real o estaba únicamente en su mente, sólo sabía que enseguida todo se sumiría en la oscuridad. Pero hasta entonces, hasta que la luz dejara de brillar, había esperanza.