30 de mayo de 2012

One

Esa experiencia que cambia tu manera de ver las cosas. Ese sueño que tanto se prolongaba en el tiempo. Ese instante en el que te percatas de que lo estás viviendo por fin, y de que estás despierto. Ese momento en el que no puedes creer que realmente estés ahí. Puede parecer exagerado que algo así influya tanto en todos los aspectos de mi vida, pero esto es algo muy especial para mí, algo complicado de explicar a quien no sienta lo mismo. No es solo cantar unas canciones, es sentir esas canciones. No es simplemente ver a tus ídolos (si se les puede llamar así), es palpar el sentimiento que conlleva toda esta música, una forma de entender la vida que caló muy profundamente en mí hace ya varios años, y que alcanzó su máxima expresión esa despejada noche de primavera. Es algo grande, DEMASIADO grande. Miles de almas en perfecta armonía respirando el mismo aire, como si fuésemos todos uno, viviendo un momento único e irrepetible.

Hay cosas que se tardan en olvidar. Otras perduran para siempre. Afortunadamente, estas últimas suelen ser las que merece la pena recordar.




12 de mayo de 2012

Where do we go now?

Te lo preguntaré de nuevo: ¿a dónde vamos ahora? Puedes unirte al viento, ascender hasta el cielo y observar tu mundo, pequeño e insignificante desde ahí arriba. Y tú enorme, imparable. Nada ni nadie se interpondrá en tu camino. Serás libre. Libre incluso para caer.

O puedes seguir al Sol; cuando el atardecer de los valientes lo oculte, nada importará ya. Tú no serás nada, para nadie. La dulce lluvia caerá sobre tu rostro, y ya nunca podrás distinguir qué lágrimas son verdaderas. Y perdido, te encontrarás a ti mismo, solo, rodeado de un dolor incomprendido.

¿Y a dónde vamos ahora? A donde tú quieras.


And pray for the thunder,
and the rain
to quietly pass me by…

8 de mayo de 2012

Hálitos en la Noche

Susurrantes los árboles, cegados por la belleza de la luna; cascadas de luz tiñendo de blanco las oscuras aguas. Hálitos en la noche, deseosos de unirse al feroz viento en su camino hacia la libertad.

Hálitos que trataban de insuflar vida a esa alma que, extrañada, se observaba a sí misma. Aún arropada, pero desnuda en su interior, vulnerable a las vivencias no vividas, los sueños jamás soñados y los deseos más odiados.

Víctima de su imaginación, viviendo una ficción mucho más real de lo que su mente podía soportar. Permitió a sus sueños volar y el caprichoso viento los separó de ella, desterrándola a su interior más profundo, anhelando ahora más que nunca lo que jamás apreció.

Los cauces de su frustración desembocaron en una lágrima que cayó y distorsionó su reflejo en el agua. Curiosa, observó su nueva figura, concibiéndola más real que ninguna otra. Y de pronto, lo comprendió. Comprendió que a veces, la ficción es la que supera a la realidad, que los sueños pertenecen a quien los hace realidad, y que las ilusiones rotas fueron sueños efímeros, pero sueños cumplidos al fin y al cabo.

Por primera vez, pudo unirse al viento en su largo camino, y alejarse de aquel estanque formado por miles de lágrimas naufragadas. Ahora, sólo ella era responsable de sus suspiros.