30 de mayo de 2012

One

Esa experiencia que cambia tu manera de ver las cosas. Ese sueño que tanto se prolongaba en el tiempo. Ese instante en el que te percatas de que lo estás viviendo por fin, y de que estás despierto. Ese momento en el que no puedes creer que realmente estés ahí. Puede parecer exagerado que algo así influya tanto en todos los aspectos de mi vida, pero esto es algo muy especial para mí, algo complicado de explicar a quien no sienta lo mismo. No es solo cantar unas canciones, es sentir esas canciones. No es simplemente ver a tus ídolos (si se les puede llamar así), es palpar el sentimiento que conlleva toda esta música, una forma de entender la vida que caló muy profundamente en mí hace ya varios años, y que alcanzó su máxima expresión esa despejada noche de primavera. Es algo grande, DEMASIADO grande. Miles de almas en perfecta armonía respirando el mismo aire, como si fuésemos todos uno, viviendo un momento único e irrepetible.

Hay cosas que se tardan en olvidar. Otras perduran para siempre. Afortunadamente, estas últimas suelen ser las que merece la pena recordar.




2 comentarios:

  1. Waw no creí que alguien pensase lo mismo que yo sobre un conciero, un grupo o una canción.Me he identificado totalmente con esta entrada. Te aseguro que sé lo que se siente. Hace poco fui al concierto de mi grupo preferido (por no decir el único que me gusta). Me dio igual tener que esperar 10 horas de pie para verles, me dio igual esta 10 horas sin comer ni beber, me dieron igual los dolores de espalda y el hecho de estar deshidratada, cuando saltaba y cantaba sus canciones, no me importaba que estubiese pisando y dando codazos a la gente, o que me los diesen a mi. Nada importaba, solo el hecho de que aquellos seres perfectos a los que había esperado ver durante toda mi vida, ¡¡¡ESTABAN DELANTE DE MÍ!!! Todo el rato me intentaba convencer de que no era un sueño, de que eran ELLOS, en carne y hueso. Mi mirada no dejaba de ir del batería, al guitarrista, al bajista y al cantante una y otra vez. Me quedé afónica (como no),al día siguiente tenía agujetas (¡por cantar!), me dolía la espalda (encima tengo escoliosis), me dolían los labio, estaba deshidratada y tenía ganas de vomitar. Pero en mi mente solo había un pensamiento que, después de un mes entero sigue en mi mente cada minuto de mi vida: ¡Les vi! ¡Estaban a unos metros de mi! ¡Me miraron a los ojos y me sonrieron! Volvería a repetir aquellas 10 horas de espera y nerviosism... ¡si quieren que séan más¡ ¡Solo para volver a ver a los j****amente perfectos Red Hot Chili Peppers!

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    1. ¡Me alegro de que te identificaras con mi entrada! ^^ La verdad es que los grandes macroconciertos son una de las cosas que todos deberíamos vivir alguna vez, es una sensación totalmente única e irrepetible, y se te queda como recuerdo para toda tu vida! Y a veces cuesta mucho esfuerzo conseguir un buen sitio, o simplemente reunir el dinero para ir, pero siempre, siempre merece la pena :)

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